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jueves, 26 de mayo de 2011

El Tuey.

Tengo días vacilándome lo que pasa en este pueblo, la verdad este pueblo no se si es como todos los pueblos, pero  es bien característico, este pueblo tiene su puta, su loquito, su sádico, su chismosa, su borracho, su niña linda, su mecánico, su cura…. En este pueblo pasa de todo siempre, aunque se detuvo en el tiempo, este pueblo tiene internet y directv y la mala costumbre de ver hacia dentro de las casas.
En este pueblo los niños tienen piojos y lombrices, pero eso no les impide jugar con papagayos y trompos, cada uno tiene una responsabilidad y es mantener informado a los demás, a ninguno le gusta trabajar y prefieren gastar el triple comprando un pañal por vez que comprando un paquete entero, todos tienen apodos, todos arrastran los pies, todos tienen miedo de ver a los ojos, pero no es un miedo malo como quien va a robar, es un temor de ser acusados de verte, es un pueblo para García Márquez, es un Macondo .
Tengo días vacilándome lo que pasa porque mis labores las hago frente a la ventana, recibo brisa, y luz que me regala la montaña, mientras los días pasan la gente también y al ver la ventana abierta atrasa el paso y ven con el rabillo del ojo, ven lo que estoy haciendo, pero nadie se atreve a preguntar…
Este pueblo huele a viejo, huele a desesperanza, huele a mango y tamarindo, me gusta este pueblo porque la gente es sencilla y no sueña con mas. Al pasear por su única calle en busca de alguna necesidad bien sea pan o verduras me encuentro con que la paz de este pueblo es lo que siempre busqué, no hay molestas colas ni bocinas histéricas queriendo pasar, no hay tiempo pues el tiempo se detuvo…
Este pueblo tiene mil años pero todos son jóvenes hasta el mas viejo, pues todos son inocentes del mal, viven ajenos a la realidad de la ciudad, viven en una cápsula donde la inocencia se perpetúa y sube al cielo… que si me gusta este pueblo?? Pues claro que me gusta, aunque el calor del sol me calcine no lo cambio por un “a 5 minutos del sambil”, mi paz no tiene precio, ni mi paciencia tiempo, son mejores los domingos, pasan mas lento, son mas frescos los sábados si la virgen nos regala una llovizna, una nube, y junto con pasar el día se torna afectuoso el pueblo, llega la noche y se despiertan los grillos todo calla, encontramos el conticinio.
Me encanta este pueblo pues la secretaria del cura tiene algo con él, y no trata de ocultarlo, la flaca de la esquina tiene dueño pero todos la usan, el mecánico me riega las matas, el florero me barre la entrada, y Pedro me fía. En este pueblo lo único que no me gusta es que la vecina del frente  pone música a todo volumen a las 6 de la mañana. Las viejas de al lado solo hablan de enfermos y muertos, a quien velaran hoy fulanita? Mengano esta en el hospital… pero ni una sopa le llevan pues no salen de su encierro.
En este pueblo los días se suceden a las noches y viceversa, y sigue el tiempo andando, aunque no lo parezca, me quedo en el pueblo pues 30 años de ciudad me hicieron amar este pueblo y reírme y entenderlo.

1 comentario:

  1. ese pueblo está tan escondido que no logré ubicarme. Aunque sí reí mucho al compararlo con cualquier otro que conozco.

    adiú, nos leemos!

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